5 de abril de 2021

LARGO PÉTALO DE MAR, de Isabel Allende

 

Largo pétalo de mar / Isabel Allende .-- Barcelona: Plaza & Janés, 2019

Sinopsis

En plena Guerra Civil española, el joven médico Víctor Dalmau, junto a su amiga pianista Roser Bruguera, se ven obligados a abandonar Barcelona, exiliarse y cruzar los Pirineos rumbo a Francia. A bordo del Winnipeg, un navío fletado por el poeta Pablo Neruda que llevó a más de dos mil españoles rumbo a Valparaíso, embarcarán en busca de la paz y la libertad que no tuvieron en su país. Recibidos como héroes en Chile -ese «largo pétalo de mar y nieve», en palabras del poeta chileno-, se integrarán en la vida social del país durante varias décadas hasta el golpe de Estado que derrocó al doctor Salvador Allende, amigo de Victor por su común afición al ajedrez. Víctor y Roser se encontrarán nuevamente desarraigados, pero como dice la autora: «si uno vive lo suficiente, todos los círculos se cierran».
Un viaje a través de la historia del siglo XX de la mano de unos personajes inolvidables que descubrirán que en una sola vida caben muchas vidas y que, a veces, lo difícil no es huir sino volver.

(Fuente: web del editor)

La autora

Isabel Allende nació en 1942, en Perú, pasó la primera infancia en Chile y vivió en varios lugares en su adolescencia y juventud. Después del golpe militar de 1973 en Chile se exilió en Venezuela y a partir de 1987 vive como inmigrante en California. Se define como «eterna extranjera».
Inició su carrera literaria en el periodismo, en Chile y en Venezuela. En 1982 su primera novela, La casa de los espíritus, se convirtió en uno de los títulos míticos de la literatura latinoamericana. A ella le siguieron otros muchos, todos los cuales han sido éxitos internacionales. Su obra ha sido traducida a cuarenta idiomas y ha vendido más de setenta millones de ejemplares, siendo la escritora más vendida en lengua española. Ha recibido más de sesenta premios internacionales, entre ellos el Premio Nacional de Literatura de Chile en 2010, el Premio Hans Christian Andersen en Dinamarca, en 2012, por su trilogía «Memorias del Águila y del Jaguar» y la Medalla de la Libertad en los Estados Unidos, la más alta distinción civil, en 2014. En 2018, Isabel Allende se convirtió en la primera escritora en lengua española premiada con la medalla de honor del National Book Award, en los Estados Unidos por su gran aporte al mundo de las letras.
(Fuente: web del editor)



Sobre la novela


Sobre el Winnipeg

CUÁNDO DE CHILE

OH Chile, largo pétalo

de mar y vino y nieve,

ay cuándo

ay cuándo y cuándo

ay cuándo

me encontraré contigo,

enrollarás tu cinta

de espuma blanca y negra en mi cintura,

desencadenaré mi poesía

sobre tu territorio.

Hay hombres

mitad pez, mitad viento,

hay otros hombres hechos de agua.

Yo estoy hecho de tierra.

Voy por el mundo

cada vez más alegre:

cada ciudad me da una nueva vida.

El mundo está naciendo.

Pero si llueve en Lota

sobre mí cae la lluvia,

si en Lonquimay la nieve

resbala de las hojas

llega la nieve donde estoy.

Crece en mí el trigo oscuro de Cautín.

Yo tengo una araucaria en Villarrica,

tengo arena en el Norte Grande,

tengo una rosa rubia en la provincia,

y el viento que derriba

la última ola de Valparaiso

me golpea en el pecho

con un ruido quebrado

como si allí tuviera

mi corazón una ventana rota.

El mes de octubre ha llegado hace

tan poco tiempo del pasado octubre

que cuando éste llegó fue como si

me estuviera mirando el tiempo inmóvil.

Aquí es otoño. Cruzo

la estepa siberiana.

Día tras día todo es amarillo,

el árbol y la usina,

la tierra y lo que en ella el hombre nuevo crea:

hay oro y llama roja,

mañana inmensidad, nieve, pureza.

En mi país la primavera

viene de norte a sur con su fragancia.

Es como una muchacha

que por las piedras negras de Coquimbo,

por la orilla solemne de la espuma

vuela con pies desnudos

hasta los archipiélagos heridos.

No sólo territorio, primavera,

llenándome, me ofreces.

No soy un hombre solo.

Nací en el sur. De la frontera

traje las soledades y el galope

del último caudillo.

Pero el Partido me bajó del caballo

y me hice hombre, y anduve

los arenales y las cordilleras

amando y descubriendo.

Pueblo mío, verdad que en primavera

suena mi nombre en tus oídos

y tú me reconoces

como si fuera un río

que pasa por tu puerta?

Soy un río. Si escuchas

pausadamente bajo los salares

de Antofagasta, o bien

al sur, de Osorno

o hacia la cordillera, en Melipilla,

o en Temuco, en la noche

de astros mojados y laurel sonoro,

pones sobre la tierra tus oídos,

escucharás que corro

sumergido, cantando.

Octubre, oh primavera,

devuélveme a mi pueblo.

Qué haré sin ver mil hombres,

mil muchachas,

qué haré sin conducir sobre mis hombros

una parte de la esperanza?

Qué haré sin caminar con la bandera

que de mano en mano en la fila

de nuestra larga lucha

llegó a las manos mías?

Ay Patria, Patria,

ay Patria, cuándo

ay cuándo y cuándo

cuándo

me encontraré contigo?

Lejos de ti

mitad de tierra tuya y hombre tuyo

he continuado siendo,

y otra vez hoy la primavera pasa.

Pero yo con tus flores me he llenado,

con tu victoria voy sobre la frente

y en ti siguen viviendo mis raíces.

Ay cuándo

encontraré tu primavera dura,

y entre todos tus hijos

andaré por tus campos y tus calles

con mis zapatos viejos.

Ay cuándo

iré con Elías Lafferte

por toda la pampa dorada.

Ay cuándo a ti te apretaré la boca,

chilena que me esperas,

con mis labios errantes?

Ay cuándo

podré entrar en la sala del Partido

a sentarme con Pedro Fogonero,

con el que no conozco y sin embargo

es más hermano mío que mi hermano.

Ay cuándo

me sacará del sueño un trueno verde

de tu manto marino.

Ay cuándo, Patria, en las elecciones

iré de casa en casa recogiendo

la libertad temerosa

para que grite en medio de la calle.

Ay cuándo, Patria,

te casarás conmigo

con ojos verdemar y vestido de nieve

y tendremos millones de hijos nuevos

que entregarán la tierra a los hambrientos.

Ay Patria, sin harapos,

ay primavera mía,

ay cuándo

ay cuándo y cuándo

despertaré en tus brazos

empapado de mar y de rocío.

Ay cuando yo esté cerca

de ti, te tomaré de la cintura,

nadie podrá tocarte,

yo podré defenderte

cantando,

cuando

vaya contigo, cuando

vayas conmigo, cuándo

ay cuándo.

Pablo Neruda 

 


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